Llevo más de 12 años observando a adultos jugar en procesos de coaching lúdico. Soy testigo de la poderosa alquimia que se produce cuando una persona recuerda de una manera sentida y consciente, que ha venido a la vida a disfrutar del hecho de estar vivo. Es sencillo, y muy profundo a la vez.
Por mis observaciones, me atrevo a decir que la alquimia que produce la recuperación del gozo de vivir es tan poderosa y sanadora como la transformación que se produce cuando una persona vive intensamente el dolor causado por las heridas originales de separación e interferencia del flujo del amor. Dos procesos necesario que toda persona debe transitar para desarrollar al máximo su potencial.
Creo que sólo personas que gozan de su vida están en disposición de construir un mundo mejor. Y hay que considerar que para gozar la vida hay que trascender la mentalidad basada en la relación de dominación, especialmente trascender a la jerarquía de la mente racional sobre nuestro lado amoroso e instintivo.
Debemos pasar del «pienso luego existo» al «pienso, siento, hago, luego disfruto de mi existencia»
En este sentido, la nueva relación entre estas tres partes ha de ser mucho más fluida, flexible y armonizada. Con los procesos de coaching lúdico vamos comprobando, cómo a través de la recuperación de la consciencia lúdica o consciencia del gozo, la mente racional dominante pierde fuerza y las dimensiones afectivas e instintivas florecen como fuerzas que llevaran siglos encerradas en la torre del castillo.
No sabemos cómo será el futuro para la humanidad, sabemos que es ahora cuando hay que actuar para que los hijos de nuestros hijos tengan una opción más evolucionada que la nuestra. No me canso de comunicar que transformar el mundo pasa por que cada uno se coloque en su sitio en la vida, viva acorde a su singularidad y que emplee su energía en lo que le guste.
Las personas que disfrutan de su vida son positiva y aportan valor a los demás, las personas que sacrifican sus preferencias viven frustradas, son tóxicas y no aportan valor constructivo al colectivo.
Mi compromiso en esta vida es sembrar en el presente la posibilidad de construir una sociedad donde las personas disfruten de su singular vida. Una sociedad que es consciente de que cada ser humano es único y singular y que ha de organizarse en consecuencia de ello.
Te dejo con un vídeo donde hablo de estas cosas…